De la adaptación de Ghibli, 'Cuentos de Terramar' |
Porque habÃa esperado, habÃa esperado desde el primer dÃa, que si el Archimago lo habÃa elegido a él, y solo a él para este viaje, era porque él tenÃa algún poder innato, heredado de su antepasado Morred, un poder que le serÃa revelado a la hora más aciaga y en la más extrema necesidad, y asà se salvarÃa él, y salvarÃa a su señor, y al mundo entero del enemigo.¿Os suena? Si leéis muchÃsima fantasÃa, seguramente este esquema lo tengáis más leÃdo que la etiqueta del champú. El héroe, justo antes de caer en las garras de la oscuridad y abandonado a la desesperanza, obtiene su poder último y logra restablecer la paz en el universo. Como no estoy segura de si mis palabras destilan mucha ironÃa, mejor dejar que Campbell haga su magia. La cita que inicia esta entrada proviene de La costa más lejana, volumen III de Historias de Terramar, escrito por Ursula Le Guin. Es curioso cómo ella consigue dar otra vuelta de tuerca al héroe tolkiniano, pero lo mejor es la naturalidad con la que el protagonista expone esta revelación. Un solo pensamiento: "no soy especial. No fui elegido por ningún dios. Este es mi presente". El verdadero héroe desconoce su heroicidad.
Me sorprende que se hable Le Guin como la "sucesora de Tolkien". Quizá sea porque ella sembró también los vientos de Tolkien, pero consiguió una tormenta única e irremplazable, una tormenta que se separó drásticamente de las pautas del denominado maestro. Ambos crearon mundos regidos por normas coherentes, pero nada más tienen en común. Para mà sigue siendo un misterio que el trazo de Le Guin esté tan inexplorado, con el contrapunto que supone a la fantasÃa actual que tanto bebe de la tradicional.